miércoles, febrero 14, 2007

Carta a una violeta soñadora (8). "Un día excelso como todos los días para nuestro amor"

Querida violeta:

Cuánto tiempo sin contactar contigo. No pienses que lo hago hoy porque dicen que es el Día de los enamorados, ni muchísimos menos, porque para mí todos los días lo son cuando pienso en ti, cuando saboreo con mi memoria tus lindas hojas que a veces me imagino que son las nalgas de una mujer enamorada en una foto hecha para mí, porque así te veo, pues además tus flores son tus senos y tus labios y tus mejillas y tu frente adornada con ese flequillo alocado cuando aún no han terminado de florecer.
Hoy ha amanecido un día hermoso, brillante, sin un celaje que echarse a la vista, sin embargo, tras el sol encuentro una nubecilla juguetona que me atormenta, y es tu lejanía, querida violeta, porque es muy triste para mí que tu semblante lo rieguen otras personas, que tus gestos de flor desde que amanece hasta que anochece no luzcan para quien tanto te ama, que esa maceta pedestal de tu vida no pueda ser abrazada por mí a cada instante, al fin tu cuerpo y tu amor.
Me obsesiona verte fotografiada apenas vestida con una tentación, adornado sólo tu cuerpo con un colgante y una pulsera de plata de ley con fulgores malva que desprendan tu amor por mí, y aunque sé que es imposible, porque no dejas de ser una planta, yo te imagino así, y mi mente te fotografía en cientos de ocasiones, a veces desnuda completamente, a veces de espaldas dejando ver tus nalgas o tus hojas que me enloquecen, a veces enseñando tus senos encendidos como luces de neón.
No olvides nunca mi amor por ti, querida violeta.
Tuyo.