domingo, diciembre 24, 2006

Carta a una violeta soñadora (6) "Nochebuena"

Querida Violeta:
Esta noche es Nochebuena, y mañana Navidad. Pero quizás tú no sabes de estas cosas, porque simplemente eres una violeta, aunque para mí seas sólo lo de siempre: mi preciosidad, mi amada, mi criatura amorosa, o simplemente mi bobona capaz de echar raíces para adornar mi vida con el amor. ¡Cómo te has convertido en la flor de mi vida!
Quiero bailar contigo el “Imagine” de John Lennon, tú y yo solos completamente desnudos, alumbrados nada más que por la luz del amor de los dos, porque tampoco necesitamos otra, pues nuestros ojos estarán cerrados, nuestro cuerpos fundidos piel con piel allá donde la haya, nuestros corazones entregados, desprendidos, regalados.
Qué mejor Navidad podemos pedir, querida mía. No me digas que estás triste, que tú allá, en tu maceta, y yo aquí, enrocado en mi castillo de ilusiones, por lo tanto lejos, matados por la distancia; no, no me lo digas, porque estamos juntos, yo acariciando tus pétalos de amor y tú dándome tiernos besos en mis labios satisfechos con tus fragancias de la noche, de esta noche de Navidad, amor mío.
Busco en el cielo la estrella que refleje tu figura, y la hallo: está allí, entre el norte y el sur, entre el este y el oeste, justo en la encrucijada del amor, formando un nido incomparable, y a su lado estoy yo; puedes verla, si quieres.
Quedo contigo,
Tuyo.

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